domingo, 18 de septiembre de 2011

TOMAR LAS CURVAS EN MOTO

Después de las entradas anteriores publicadas del circuito lento y la primera maniobra del rápido, viene ahora lo esencial del motociclismo que son: las curvas, esquivar obstáculos y la frenada de emergencia.

TIPOS DE CURVAS
 Las curvas en carretera se clasifican según su ángulo de cierre (menor), o sea, el ángulo que forman los trayectos de entrada y de salida tangentes a la curva, en los puntos de inicio y terminación de dicha curva, para curvas circulares. Pero la fuerza centrifuga también dependerá del radio de la curva y de la longitud de la curva (trayecto curvo que tenemos que recorrer hasta el punto de terminación de la curva).
 Según el ángulo de cierre para curvas circulares con el mismo radio, podemos distinguir los siguientes tipos de curvas:
Curvas Abiertas: Aquellas que describen un ángulo más abierto de 90º. Las que menos problemas revisten. El modelo más sencillo corresponde a aquella curva amplia que podemos encontrarnos en cualquier autopista o carretera de buen trazado. Tener presente que, cuanto más grande sea el radio de la curva que estamos abordando, menor fuerza centrífuga tendremos que soportar, por ello, aquel trazado que más se aproxime a la recta será el más estable y seguro.

Curvas en Ángulo Recto: Curvas de 90º. Constituyen los virajes en ángulo recto.

Curvas Cerradas: El ángulo de cierre es menor de 90º.  Agrupa las curvas cerradas y muy cerradas (Curvas en horquilla o en U). Aumenta el grado de dificultad para tomar estos giros cerrados.

Curvas de Doble Radio: Por último, están estas curvas, cuyo trazado se va abriendo o cerrando. Requieren mayor atención, sobre todo aquellas cuyo radio de curvatura se cierra a medida que entramos en ella. El problema que reviste, es que si nos confiamos, o la trazamos equivocadamente, tendremos muchas posibilidades de salirnos a la cuneta.

 Una forma correcta de abordarla sería tomar el primer tramo de la curva por la parte exterior y, cuando veamos la salida de la curva girar hacia el punto interior para afrontar la salida acelerando, al tiempo que buscamos la parte externa de la curva. Si nos acercamos al interior de forma precipitada nos encontramos, que cuando creemos que ya hemos salido de la curva, todavía nos queda un tramo por delante. En esta situación notaremos que la fuerza centrífuga se encarga de echarnos fuera de la calzada.

Vamos a estudiar de forma especial la curva de cambio de sentido del circuito rápido de la DGT, que es una Curva en Horquilla.
 Se denominan así a aquellas curvas de ángulo muy cerrado y pequeño radio. En conducción normal cualquier conductor mediano, lo hará en primera y frenando mucho, es decir, casi parado. Pero en conducción deportiva, bien ejecutadas, pueden pasarse a 30 Km/h o más.
 La forma de tomar estas curvas implica trabajo anticipado, antes de llegar a la curva, del que depende su buena ejecución. Iremos reduciendo marchas y apurando la frenada, hasta llegar a primera (si es muy cerrada) o a segunda (si es menos cerrada). En el momento de comenzar la curva, nos colocamos por el exterior de la curva iremos buscando el punto intermedio de la curva (ápice de la curva), para una vez sobrepasado este dar gas con mucho cuidado y salir.
 Una primera aproximación de cómo tomar esta curva nos la ofrece Francesc Pumarola: Al salir de los conos en la recta final acelera y frena inmediatamente antes de la curva de cambio de sentido pero no demasiado para no llegar a la salida de la curva demasiado lento, girar tumbando un poco.  El giro debe producirse de forma suave, y mientras la moto está inclinada, no se tocan ni el freno ni el gas.


 ¿Cómo frenar?
 La primera regla que se aprende en la escuela de moteros de la DGT, es: primero trasero, luego delantero.
“La utilización del freno trasero, induce a no tener que exprimir el delantero, con lo que aumenta la seguridad. Si se busca una conducción más confortable, se puede iniciar la frenada con el trasero, para terminar de ajustar la velocidad, con el delantero. (Dr. Infierno Manual del piloto de moto)”.

 Frenar en curva: Si cuando entramos en una curva hemos calculado mal la velocidad, podemos emplear los frenos de manera apropiada con mucha suavidad para no bloquear las ruedas, primero el trasero, si abusamos del delantero la moto tenderá a enderezarse en plena tumbada, perderemos la trayectoria y posiblemente consigamos hacer un “recto”.  Lo mejor es no frenar con el delantero en curva.

Ley del freno delantero: “El freno delantero debe actuar con la moto vertical y manillar recto”.


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